
Para el verano, y para cualquier ocasión, un plato a la plancha, mejor que a la parrilla, siempre viene bien. Si tenemos un patio o una terraza que no moleste al vecino, pues nada, a cocinar al aire libre. Si no es posible, en casa y con la campana a tope.
Ingredientes:
- Salmón, fileteado, con piel, pero sin espinas.
- Langostinos.
- Aceite.
- Sal
Preparación:
- Limpiamos bien el salmón, sin espinas, y lo fileteamos. Secamos bien.
- Lavamos y secamos los langostinos, que sean hermosos.
- Ponemos la plancha a calentar, sin aceite, para que no se queme.
- Y sin aceite, ya tienen bastante grasa, colocamos los filetes de salmón. Salamos.
- Colocamos los langostinos, pulverizamos aceite y salamos.
- Un par de minutos después, o menos, damos la vuelta a los filetes de salmón. Los dejamos otro poquillo y sacamos a una fuente, si puede ser, previamente calentada. Los filetes de salmón tienen que estar poco hechos porque si no se secan y el pescado queda estropajoso.
- Damos la vuelta a los langostinos. Si son grandecitos, necesitan un poco más de tiempo que el salmón. Cuando ya estén ligeramente opacos es el momento de sacarlos a la fuente. Y lo mismo que el salmón, si se pasan demasiado resultan resecos.
Y ya está, una comida estupenda para el verano, y para una celebración. Con una ensalada, claro, la ración de volumen, que dirían los agrónomos. Más sencillo, imposible, y rico, rico.

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