Hace ya unos años visitamos las cuevas de Valporquero, en León. No soy yo muy partidaria de adentrarme en profundidades, me falta el aire. Además, era el segundo intento, en el primero me negué.
Las veces anteriores que había visitado cuevas, me había desmayado, así que no tenía muchas ganas de repetir. Pero, bueno, lo hice.
Y me encantó. A pesar el turismo masivo que ocupaban las galerías, que por cierto, me encontré con una conocida. El mundo es un pañuelo.
Las imágenes no están muy nítidas, pero dan una idea de la magnitud y belleza de estas cuevas.

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