La recuperación de esta mesilla, pintada de blanco y ahumada, ha quedado mejor de lo esperado, a pesar de las dificultad con las pinturas.
La azul clara, demasiado clara. La dorada, era tan líquida, que no he podido usar plantillas, tan solo impresiones con esponjas, y por si fuera poco, el segundo bote de azul claro, no era azul cielo como el primero, sino azul pastel.
Momentos 
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