Patatas con pulpo y huevo flor

Saqué esta receta de El Comidista, pero la crema de patata no me convenció, y a decir verdad, el huevo escalfado tampoco. Así que después de varios intentos, porque la idea me parecía estupenda y repetí ensayos, creo que aquí está la receta final, aunque es mejorable, por supuesto.

Se trata de una base con patatas revolconas, sin tocinillo, con pulpo a la gallega por encima y coronado con un huevo flor, como los que hace Arguiñano, que quedan estupendos. Thermomix también tiene un plato parecido pero sin huevo, con panceta.

Esto es colaboración en la cocina.

Ingredientes:

aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajo
600 g de patatas
500 g de agua
sal
pimentón dulce
pimentón picante a nuestro gusto
huevos
pulpo a la gallega

Preparación:

Comenzamos por preparar las patatas revolconas. Yo las hago en la Thermomix, me ahorro tiempo y limpieza de cacharros. Esta es la receta –
- Ponga en el vaso aceite y los ajos y pique 2 seg/vel 7.
- Añada las patatas, el agua y la sal y programe 20 min/100°C. Reserve, si no tienen demasiado agua, tal cual.
- Ponga en el vaso 50 g de aceite y caliente 3 min/120°C.
- Añada el pimentón y rehogue 1 min/120°C.
- Coloque la mariposa en las cuchillas, añada las patatas cocidas y triture 20 seg/vel 3.
- Ya están listas para utilizar.
Colocamos las patatas en el fondo de la fuente.
Encima ponemos el pulpo a la gallega.
Después de preparar los huevos flor
- Ponemos un cuadrado de film de cocina sobre un cuenco, añadimos un poquito de aceite, un huevo, salpimentamos. Cerramos bien el plástico con hilo de cocinar. Preparamos así tantos huevos como necesitemos.
- En una cazuela grande, calentamos agua, cuando hierva, ponemos los huevos. Si son grandes, necesitaremos unos 7-8 minutos para que la clara se cuaje y la yema esté líquida, pero aquí va en gustos.
Con cuidado, desenvolvemos los huevos y los vamos colocando a un lado de la fuente, también encima de patatas.
Ponemos sal, rociamos con pimentón dulce, con pimentón picante a nuestro gusto, unas cucharaditas de caldo del pulpo y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.
Ya está, a comer.

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