Momentos

Las perdices estofadas era un plato tradicional en mi familia, cuando estaba disponible este ave, claro.

Recuerdo el aroma. Ahora es distinto. Si, en el paquete pone que son perdices de campo, y tienen el aspecto, son pequeñas y bastante oscuras, aunque a mi parecer les falta algo de sabor, es menos intenso.

Pero aún así, me han encantado. Hacía siglos que no las probaba. ¡Ah! Es la primera vez que las cocino.

Ingredientes:

• Una buenas perdices, claro.
• Aceite.
• Vino blanco o vinagre, a mi me gusta más el vino blanco.
• Cebolla.
• Ajo.
• Zanahorias, las baby quedan estupendas.
• Laurel.
• Tomillo.
• Sal.
• Pimienta negra.
• Manzanas ácidas para la guarnición, si no hay reineta, granny smith.

Preparación:

• Limpiamos bien las perdices. A mi me gusta partirlas por la mitad, pero también se pueden preparar enteras. Reservamos.
• En una cazuela amplia, echamos un buen chorro de aceite. Cuando esté caliente, sin exceso, doramos las aves. Bajamos un poco el fuego.
• Añadimos la cebolla, los ajitos, troceados y las zanahorias. Rehogamos bien. Cuando esté todo dorado y blandito, agregamos el resto de ingredientes, la sal, la pimienta negra molida, un par de hojas de laurel, un poco de tomillo y un buen chorro de vino blanco.
• Una vez que empiece todo a hervir, bajamos el fuego para que se vayan haciendo a fuego suave. Si se quedan secas, añadimos un poco de agua.
• Cuando estén tiernas, se nota al desprenderse con facilidad la carne del hueso, sacamos las perdices a una fuente. Ponemos las manzanas, en gajo, que habremos hecho, o bien fritas, o asadas en la freidora de aire.
• Regamos con la salsa.

A disfrutar.

Ver – Aves y caza.

Ver página – Cocina.