
Hoy ha sido mi primer día como jubilada.
He pasado una página, más bien un capítulo, de mi vida. Atrás han quedado casi 40 años de trabajadora.
Ahora tengo todo el tiempo que desee para no madrugar, no estar pendiente de horarios, de tareas monótonas y aburridas, para así poder dedicarme a mi familia y mis aficiones.
A los libros, a leerlos y comprenderlos. A las manualidades, el ganchillo, el punto, la costura. A la creatividad, las acuarelas, los collages, la escritura. A la naturaleza y a las plantas. En fin, también tendré tiempo para organizar en condiciones la casa y poder cocinar sin apresuramientos.
Viajar algo, sin demasiados esfuerzos. Alguna que otra celebración y poder pasear contemplando el mundo.
Gracias a los que me han acompañado hasta aquí y a los que seguirán a mi lado en esta nueva etapa.
Y a Félix.

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