Entre las escapadas de la naturaleza, esta de principios de primavera nos acercó a Villalcázar de Sirga, con su magnífica iglesia de Santa María la Blanca, templo y fortaleza, construída por los templarios, a finales del siglo XII, en un periodo de transión del románico al gótico, con una continuación en el siglo XIV.
También, una tarde, nos acercamos a la ermita del Santo Cristo de Santervás, en Villasila de Valdavia, entre pinos, árboles desnudos, pero ya apuntando hojas, una fuente, un estanque lleno de verdín, que dibuja extrañas formas. La naturaleza en pleno ofreciendo formas y figuras con mucho arte.
Momentos 
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